Stand-by

Cuerpos caducos.

Caja vacía, fin de la curiosidad. 

La devaluación del interés.
Sobreexposición de piel,
de besos que saben siempre igual,
de juegos que sólo apetecen cuando no se pueden jugar. 

Mañana más.
Mañana mejor.
Mañana. 

De lejos el deseo sabe a fresas salvajes,
a estrellas fugaces;
flores de cerezo en las que se pierde la vista
un día.

Si estuviera más lejos,
inalcanzable,
sería la obsesión,
la llama que siempre calienta,
la sonrisa eterna.

Pero estoy.

Estoy y me decoloro a ratos.
Desaparece el ansia.

La piel se eriza
de frío.

Estoy,
traslúcida y desvaída.
El deseo tiene fecha de caducidad.

El hoy ha perdido su valor
entre caricias de diario.

«Si estuvieras aquí te haría
Todo lo que no te hago porque estás.” 

Stand-by_1

A.

Una tarde de otoño

Caen las hojas.
El verde se vuelve cobrizo,
se desvisten los árboles
y dejan sus ramas expuestas
al frío y al vendaval.

Sobre la alfombra sepia,
bajo un plomizo gris,
un camino delineado por pinos
dibuja la plaza.

Entre chaquetas y boinas
los otra vez niños se reúnen.
Jose, Pablo, Pepe, Manolo,
perdieron otrora sus diminutivos
pero son los mismos;
los mismos nombres,
los mismos motes,
los mismos hombres.

Charlan y juegan,
el chasquido del metal les atiza,
las esferas se deslizan
y un equipo gana.
Los lanzamientos se suceden
trazando parábolas bien calculadas.
La tarde avanza.

Una tras otra discurren las contiendas;
se pide la revancha,
el ambiente se caldea,
las palabras se alzan;
los jueces se plantan y señalan al vencedor.
Las risas lo inundan todo.

Por unas horas
los relojes se detienen.
Sólo quedan niños divirtiéndose
una tarde cualquiera de otoño.

Para estos hombres nunca llegará el invierno.

petanca

A.

Llueve en Santiago

luto_santiago

El estruendo abrió la grieta;
tristezas incrédulas,
sorpresas derrotadas,
valor desmigajado entre herrumbres dobladas.

Desolador desierto de hormigón
bañado en lágrimas.

Angustias calladas,
miradas perdidas buscando milagros;
exhalaciones de vida entre la negrura.

Algunos reconstruyen sonrisas,
otros extinguen la esperanza;
no hay palabras.

Llueve en Santiago.

Llueve_Santiago

Agatha (25/07/2013)

Entrega absoluta


Quiero ser sed en tus aguas,
devorarte con avidez
y saciarme.

Quiero lamer tu sudor gota a gota,
alimentarme de ti,
deslizarme entre tus piernas y deleitarme.

Quiero robarte el éxtasis,
que entre gemidos y espasmos
tu savia se escurra por los pliegues de mis labios.

Quiero lamerte…
que se derrita tu placer en mi boca,
quiero que mueras y renazcas en mi lengua
mientras siento cada latido,
cada profundo suspiro
que emana de la profundidad de tu alma;
fénix sediento de fuego y lava
poseído por la furia del placer desmedido.

Quiero tocarte,
encender cada rincón de ti
lentamente…
que esta deliciosa tortura te embriague,
te supere.

Quiero enloquecerte,
que mis manos toquen tus límites
y desees más y más de mi,
que la piel te sobre y busques mis entrañas;
que mi calor sea tu alimento,
tu guía,
en esta lucha de dos cuerpos que se enfrentan
incesantes e insaciables
sin mas fin que la nada,
ese espacio blanco e infinito donde la fusión es perfecta,
donde el clímax arrebata todo resquicio del ser.

Quiero cegarte del todo,
que no escuches más que el eco de tus ganas;
que llegues al punto en el que no hay retorno
y tomes mis riendas
para domarme,
dominarme por completo;
convertirme en la presa de tus deseos
para entregarme a ti sin medida.

Quiero ser tuya,
que tus brazos me lleven a donde ansío llegar,
allí donde no hay fronteras para el placer.
¡Busca mis barreras y traspásalas!
Llévame a nuevos límites,
que tus manos guíen firmes mis pasos
y que mis gemidos sean la evidencia fiel de tu dulce venganza…

Quiero ser tu herramienta de placer,
sumisa,
obedecer a tus impulsos,
evadirme hasta el punto que tú marques,
sufrir ante la espera de un contacto,
desear tus labios y que me sean negados
sólo para llevarme más allá…
al temblor involuntario
provocado por la necesidad de que me invadas por completo.

Quiero fundirme en ti,
calmar mi sed de tacto con tus manos;
que lamas la humedad que se desliza por mis muslos
mientras mis dedos me dan un respiro
y me deshago entre latidos…
deseando la embestida salvaje,
el preludio del ansiado momento
en el que sólo existe el placer.

Quiero rodearte,
sentir cada centímetro de ti entre mis piernas,
arañar tu espalda y robar tu aliento,
perderme en tu piel y en tu mirada
mientras invades mi cuerpo
y penetras las ansias que te guardo,
para alcanzar el instante deseado,
el grito sórdido del orgasmo final.

Vuelvo lentamente a la realidad
y me encuentro acurrucada entre tus brazos.
No hay un instante más perfecto que este.

Ahora sólo quiero dormir en tu regazo y soñarte.

© Agatha (14/12/10)

Luz natural

Intentaban contenerla
encerrarla en una jaula de cristal…

Temerosos de ella,
de su fuerza,
de su belleza,
buscaban la dosis correcta,
ese destello justo que les daba la vida y les maravillaba…

Así construyeron una carcel
la llamaban refugio
un lugar para protegerla
la querían sólo para ellos…
alguien así era un tesoro por el que muchos matarían.

Pero ella siempre encuentra una rendija por donde escapar,
sin dueño,
sin precio,
sólo pertenecerá a quien la deje en libertad.

Luz natural

© Agatha. (25/08/2011)

Niebla

Navegando por el Obture siempre encuentro fotos que me transmiten algo, en esta ocasión coincidí de casualidad con la foto de Antoni y surgieron algunos versos… os dejo la foto y el poema.

Niebla

El miedo a lo desconocido…
formas que se dibujan,
se retuercen.

Ojos borrosos que no se abren del todo,
no quieren ser arrancados de las órbitas
por el exhultante final.

Imaginación expuesta al vacío…
dibujos del alma,
de nuestros más profundos miedos.

Niebla que se transforma en horror,
en la bestia que duerme en nuestras pesadillas.

Niebla,
impalpable, insondable
un océano incapaz de ahogarnos,
lienzo en blanco para la mente.

Dibujo sombras, formas…
logro divisar algo que parece un árbol
ramas retorcidas y oscuras,
naturaleza salvaje frente a mi.

Alerta,
las piernas tiemblan y el avance se detiene
hay algo, ¡se que hay algo!
no debo seguir…

Corazón de puño,
esqueleto endeble y frágil
que se romperá…
no debo continuar
el riesgo de la nada me abarca y me paraliza.

Uñas y garras se aferran a la tierra
la lucha interna entre el miedo y la voluntad.

Me venceré!
Lucharé para alcanzar mi propio futuro,
la niebla no detendrá mis pasos
mi mente no será mi peor enemiga.

Empiezo a divisar el camino,
la vista se empieza a acostumbrar.

Es hora de seguir andando.

 

© Agatha. (19/08/2011)
Muchas gracias a Antoni por permitirme compartir su foto con vosotros.

Sin espinas

Navegando por el Obture me encontré con esta imagen. Cuando la vi me quedé reflexionando sobre un mundo de cosas y surgieron algunos versos. Espero que os gusten.

Sin espinas por rayajo

Una herida por cada espina…
y una cicatriz.

La huella que deja el dolor,
recuerdo de lo frágiles que somos,
una lección de vida.

Cubro mis propias espinas porque sé
que sólo si cuido tus manos,
no me dejarás caer.

© Agatha. (01/03/2011)

Muchas gracias Vicente por permitirme compartir la foto aquí. Aquí dejo un enlace para que podáis ver sus fotos: http://obture.com/user/rayajo