El estruendo abrió la grieta;
tristezas incrédulas,
sorpresas derrotadas,
valor desmigajado entre herrumbres dobladas.
Desolador desierto de hormigón
bañado en lágrimas.
Angustias calladas,
miradas perdidas buscando milagros;
exhalaciones de vida entre la negrura.
Algunos reconstruyen sonrisas,
otros extinguen la esperanza;
no hay palabras.
Llueve en Santiago.
Agatha (25/07/2013)