Y te piensas que sales a flote despues de tanto nadar. Nadar, nadar, nadar, es lo único que haces para surgir de las profundidades del abismo y cuando al fin llegas arriba una mano negra y pesada empuja tu cabeza hasta el fondo.
No puedes luchar, no importa lo bien que sepas nadar. La maldita mano se encapricha contigo y se divierte con tus espasmódicos movimientos, disfruta sintiendo como intentas zafarte de su abrazo mortífero. Sientes la presión en el cuerpo, la falta de aire en los pulmones y la impotencia es la única sensación que te queda en el baúl. No hay salida, sabes que sucumbirás por mucho que lo intentes y es entonces cuando relajas tus músculos y dejas que la costumbre se apodere de ti.
Sólo te queda esperar hundido a que el reloj marque el segundo final.
© Agatha (2008)
¿Outro mais para o fondo? Joder pois si que vamos estar apretados, pero tranquila que che facemos sitio.
«Tocar fondo é un modo de vida, non un maldito seminario» Tyler Durden
Al menos no estamos solos allí abajo… habrá que montar un barcito pa pasar el rato.
Saludos, gracias por pasar por aquí 😉